Museo del Estado de Michoacán
Un diálogo vivo entre la memoria y la cerámica
La lente aguda y apasionada de Ruth Lechuga capturó imágenes que a más de medio siglo de distancia adquieren la pátina del tiempo y se convierten en testimonios visuales de cientos de microhistorias de oficios, familias, artes, estilos, fiestas, comunidades y regiones culturales. Historias que en esta exposición tienen como protagonistas a las mujeres y hombres de Santa Fe de la Laguna, Santo Tomás, Huáncito, San José de Gracia, Ocumicho y Patamban, seis comunidades purépechas de vocación alfarera que ahora, en un ejercicio de reflexividad, platican entre la emoción y la curiosidad, sobre los parientes retratados, los cambios y las permanencias, el antes y el ahora.
En esta exposición las imágenes históricas entran en diálogo con piezas cerámicas contemporáneas y las voces de sus creadoras y creadores, muchos de ellos parte de los linajes retratados por Ruth Lechuga. Sondear la complejidad de los oficios alfareros y los retos que enfrentan, destacar el impulso creativo y la intención estética presente en los objetos, la riqueza tecnológica que encierran, su estrecha relación con los ecosistemas circundantes, con la cultura, el ritual, la gastronomía y la vida en comunidad, es la aspiración de esta muestra.
Laboratorio de curaduría itinerante en el Puréecherio
A partir curaduría colaborativa, las miradas acuciosas de las y los alfareros participantes encontraron en cada rostro, olla y horno, las huellas de esas historias no escritas del arte mexicano en las que se entretejen íntimamente las biografías de artistas y objetos, memorias activadas como el fuego en el horno, como una llama transformadora que esta exposición desea avivar e interpretar.